top of page

Enseñarle a una piedra a hablar

La obra plantea una reflexión sobre la memoria, el cuerpo y materia como archivo, y la transmisión fallida de conocimiento. Las figuraciones se entretejen con fragmentos de su origen, de su naturaleza y la de otros. Por debajo de los rostros emanan murmullos, sonidos apenas comprensibles, como si algo más —algo profundo y antiguo— intentara hablar a través de ellos. Cada busto representa una narrativa interrumpida: una voz atravesada por elementos naturales, industriales y emocionales; sonidos apenas comprensibles que alientan ecos de un pasado familiar. Al centro, una piedra actúa como punto de condensación —no es objeto decorativo, sino emisor, contenedor, catalizador. En esta instalación, la materia es la que narra. Yeso, tierra, clavos, piedra, flores, cables: capas de historia, destrucción y construcción.

Guadalajara, México

2025

Instalación

bottom of page